Ya se aproxima la hora de la noche amor mío y
con ella se encuentra un todo en mi mente, como si circulara en cada una de mis
venas, se siente una caricia alrededor de mis órganos, un sonido y tú nombre
nace en mis oídos y repica en una imagen en mis ojos, dejando que mis labios se
sequen y se tornen duros, esperando que llegue la noche ...
Si, la noche ...
Que junto con ella nuevamente y sin pedirlo,
dibujara en mis sueños con su sombra lo que mi mano quisiera tocar.
Esa sombra si ...
La misma de tu silueta, aunque no estés se
posará y, se que es cosa de la noche con sus jugadas, que hace ver el placer
que revela lo tanto que te anheló, quizás es un vicio el cual es imposible
obstar, así como el nuevo vicio, de mirar tus fotos y verte desnuda, Todo lo
que está noche me prepara es la sombra que se encargara de hacerme oír, con el duro
golpe de su silencio que se posa cuando te extraño, llegan unas voces sin aviso
o imprevistas, que con intervalos enciende, mis deseos de verte y acariciarte ...
Es un grito entre el espacio, lleno de ti en
mi corazón amor mío, se sienten llegar una brisa pero, esa brisa no es más que
suspiros desgarrantes, que pareciera unirse junto con ella pasos perdidos entre
la oscuridad de la noche, en donde ahora quisiera verte ...
Luego, llega nuevamente un silenció, pero por
solo un momento, pues el suspiro del deseo que lo rompe, se presenta con ahora
tu fragancia y, siento con ella entre mis manos tu piel, hace de todo un sueño
tan real, que todo aquello que el deseo quiere, se apodera de cada parte de mi
ser, que mis labios, sientan la humedad de los tuyos y ese sabor de tu aliento
que es inconfundible como quizás te he dicho y aparece en mi gusto, esa dulzura
soñada de tus besos que con un solo contacto, brindas sabor a las ganas ...
Y hacen que todo lo de ese sueño sea palpable,
llegando hacer que mi cuerpo se estremezca ...
Que osadía tiene la noche al llegar de esta
forma, pero no quisiera despertar.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
No hay comentarios:
Publicar un comentario