Me pregunto si tu presente, pregunta por mí.
¿Será que tu almohada, pronuncia mi nombre?
¿Cuantas veces, tu piel añora mis caricias?
¿Tu espalda, recuerda el toque de mis labios?
Te confieso, mis mañanas no preguntan por ti.
Escucho tu voz en suspiro del viento.
Escucho tu risa en cada rincón de la casa.
Por mi parte, te pienso a cada instante.
Aprendí a mentir, aprendí a guardar silencio.
Miento cada día al no pronunciar tu nombre
Guardo silencio cuando quiero hablar contigo.
Lleno de besos el espacio que dejaste vacío.
Hablo con la rosa que lleva tu nombre.
Tu estas a mi lado, aunque tú no me vuelvas a
ver.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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