Si algún día de ti no me fuera nunca, qué
sería yo,
un títere de esos que son como marioneta,
detrás de tus besos más cálidos,
más eficaces, si la vida cada vez va y va,
como un pasaje de ida y sin vuelta,
y todo porque si algún día de ti no me fuera nunca,
no estaría yo detrás de tus besos ...
Si algún día, no me fuera nunca de tu lado,
tan sólo sería porque habrías cambiado.
De qué sirve amarte si eres como el tornado
que dirige su rumbo al lugar inadecuado.
Si no menos preciaras lo que no te mereces,
serias agua fresca que calma mi sed;
pero eres un aficionada que juega a traición.
En realidad eres una caricatura
de una sociedad masculina;
egocéntrica, engreída y podrida:
tus ojos oscuros no ven el sol.
Si algún día de ti no me fuera nunca,
quedaría desterrado a una soledad interior
que transmutaría en una forzada tristeza.
Si algún día de ti no me fuera nunca ...
sería el día más soñado,
tantas veces me he ido de tu lado
en contra de mi voluntad
para que tu alma sea blanca
Si algún día de ti no me fuera nunca ...
moriría en plenitud entre tus brazos
porque eres ese amor tan anhelado
que me cae en pedazos.
Sí algún día de ti no me fuera nunca,
no sería por las veces que te fuiste,
para poder ser trovador en libertad.
Si algún día de ti no me fuera nunca
sería porque tuviese la confianza
de que en verdad me amas
y no sentiría que al abrazarme hay un vacío
de falsedad en tus labios helados.
A la caída del sol ver al espejo que mis hilos
ya están gastados cual títere tuyo he sido,
por seguirte en esos pasajes de ida,
por anhelar tus besos cálidos.
Donde hubiera visto ese añorado cambio,
de tornado devastador a cual refrescante rocío
quisiera fueras.
Yo el títere de hilos gastados de cual
caricatura egocéntrica tormenta soy,
si de ti no me fuera nunca
porque lo que pareció un vacío en aquellos
besos anhelados
Han terminado siendo cual armonía es acompañada
del Caos de nuestro Amor,
Indomable y sobez.
Si algún día de ti no me fuera nunca,
el mundo sería un Purim:
comida, bebida, bailes, disfraces.
El mundo tras el Ramadán:
alegría plena tras el ayuno.
Si algún día de ti no me fuera nunca,
el amor sería una palabra nueva,
donde la muerte no existiría,
la adultez joven sería eterna
y la sabiduría no se corrompería.
Si algún día de ti no me fuera nunca,
sería salir de la zona de confort:
sería neurótico, paranoico y perverso,
robaría, mataría y violaría por ti:
plantar árboles, tener hijos, escribir libros.
Si algún día de ti no me fuera nunca,
tu muerte y tu dolor tendrían sentido,
la ciencia sería humilde y la moral concreta.
Si algún día de ti no me fuera nunca,
ten por segura ... que ese día ... creeré en Dios.
Sí algún día de ti no me fuera,
el dolor sería tan grande
que mi corazón se alterase.
Si algún día de ti no me fuera,
habría alcanzado la última fase
de la metamorfosis;
la madurez sexual.
Si algún día de ti no me fuera,
y mi amor platónico un vacío tuviera,
sería gloria para mí corazón
y un desafío para el amor.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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