El mar y su variable oleaje,
expresión de tu temperamento,
acariciante cuál grato masaje
o voluble, indolente … Violento.
Más entre esa inconstancia,
a veces manso o sublevado,
tan apetecida su presencia,
como tu amor vital y deseado.
Me son gozo y desespero,
tus mareas altas y bajas,
cuando estas o te alejas,
más lejos o cerca: Te quiero.
Cual mar: Eres permanente,
y puedo estar en tus aguas
o como encalladas piraguas,
esperando tu marea creciente.
Y aparentemente te alejas,
pero no lo haces del todo,
porque de algún modo,
tus bajas aguas me dejas.
Ya no me es preocupante,
tu cercanía o alejamiento,
porque cerca o distante:
Estás cautiva en mi alma
y yo … En tu sentimiento.
Porque siempre estas,
como siempre estoy:
Yo estaré donde estas
y tú vas a donde voy.
Tú eres mar … Yo litoral;
Somos eternizada presencia,
como pensar y conciencia,
evidencian la vida total.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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