Ando buscando respuestas
y parecen que se esconden
las busqué bajo las piedras
y en el color de las flores,
no contestan las estrellas
porque las calla la noche
y amanece entre tinieblas,
es oscuro mi horizonte.
Cómo podré yo saber
aquello que nadie sabe
y por tal es mi interés
tener respuesta a mi alcance,
todo se va en suponer
y nadie gana el debate
pues ni la misma mujer
sabe lo que le complace.
Muchas veces la agradé
y la creí satisfecha
y después sin un por qué
se me mostraba molesta,
mas recuerdo que una vez
sí le duró lo contenta
y fue después de leer
alguno de mis poemas.
Por ello desde ese entonces
yo le escribo a la mujer
porque me sobran razones
a no tratar de entender,
el cambio de sus humores
y ha de ser mi estupidez
que para evitar reproches...
sus respuestas... ¡No me den!
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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