Crees que volvería junto a ti?
Crees que cometería tal pecado?
No me hagas reír, vil descarado,
alejarme fue lo mejor que hice por mí.
Vete, no me hagas desear tu muerte,
constantemente me haz maltratado
tú de mi jamás estuviste enamorado,
culpable eres que haya permanecido inerte.
Marchitaste mis múltiples colores,
mi alegría innata de mágicos acordes,
pisoteaste todo, mi cielo y sus bordes
!Nunca más! quiero que en mi vida mores.
Ahora tranquila sueño en mi almohada,
siento correr la sangre en mis venas,
porque en mí ya no queda ni una pena,
solo un largo futuro junto a mi alborada.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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