Despiértame, te imploro, si traes de regreso
contigo las esquirlas que arrancaste de mí,
sin siquiera saber cuán valiosas pretendí
brillaran en tu alma manteniéndome ileso.
Cuando las nubes filtren la luz por el avieso
y lóbrego sendero y tú ya estés aquí,
te ruego me despiertes del sueño al que caí
si tu magia transforma quimera en embeleso.
Espero aquí en mi lecho se apaguen las
bengalas
que me queman por dentro al tiempo que
acrisolo
al humo que desprenden sabiendo que lo
inhalas.
No me dejes dormir por mucho tiempo, solo
te pido me despiertes y envuelvas con tus alas
mi ilusión y conviertas en calma tanto dolor.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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