miércoles, 6 de mayo de 2020

EL ALMA EN LA MESA.


Te advierto
Soy de alma libre, irresistible, y siempre loca
Sobre todo, nunca me ha gustado las cosas a medias
               
Ahora, si me vas a amar
Ámame con el alma o no ames
Porque siempre he creído que el alma es más importante que el corazón.

El corazón puede dejar de latir
Pero el alma va más allá de la muerte
El corazón suele equivocarse
Solo se fija en lo visible: una sonrisa, una mirada, una caricia, una palabra ...

El alma mira el alma
Y los ojos del alma nunca se equivocan
Puede sonar pretencioso, estoy acostumbrada a tener todo o nada

Sabes, es difícil para alguien que ha tenido todo resignarse con poco
Ahora, te entenderé si te entrara el miedo, y quieras irte
No todos tienen el valor de entregar su alma ¿Para qué?

Ya es bastante entregar el corazón, pero a mí, no me basta
Soy exigente, te lo concedo
Es una exigencia hacia mí misma, a no aceptar migajas de nada
Soy exigente en lo que doy y lo que recibo, porque sé quién soy
Soy exigente en dar lo mejor de mí.

Por eso, yo cuando río, río con el alma
Cuando lloro, lloro con el alma
Cuando veo, veo con el alma
Cuando hablo, hablo con el alma
Cuando siento, siento con el alma
Y siempre amo con el alma o no amo.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

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