Emocionante,
arriesgarse por amor
en el edén terrenal;
dejarse llevar
por alma, corazón, dicha,
por latidos y suspiros.
Emocionante,
coincidir en dicha y cita:
unas miradas fulgentes,
un abrazo estrecho,
unos besos liberados
en el cielo de unos labios.
Emocionante,
degustar fruta prohibida
del cerezo de la vida,
jugosa endulzada,
si por ambos deseada
si por ambos compartida.
Emocionante,
compartir barquita y gozo
en el río de la vida,
remanso y corriente;
navegar en aguas bravas
y llegar juntos al mar.
Emocionante,
amarar en playa amiga
sin nadie que nos perciba;
sentirnos amantes,
fundir latido y suspiros
trepidantes y crecientes.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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