miércoles, 13 de mayo de 2020

LA ORQUESTA.


Suenan notas magistrales
al compás de la batuta
que solemnemente mueve
el director de la orquesta.

La música se suaviza
dando entrada al violinista
que con suavidad entona
bellos acordes serenos.

Las manitas del pequeño
se mueven con elegancia,
regalándonos su don,
provocándome suspiros.

Flautas, trombones y violas
suenan delicadamente
resaltando la belleza
que interpreta ese niño.

Todo parece ser calma
hasta que el arco se acelera
bailando sobre las cuerdas
de manera impresionante.

Todos los instrumentos
lo acompañan vigorosos
en el bello recorrido
que el oído nos deleita.

A ritmo alegre y pausado
el concierto me transporta
a donde no existe nada
más que un delicado éxtasis.

Vuelo, sueño y me transformo
en un ave que es capaz
de surcar cielos lejanos
donde mis lágrimas llueven.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

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