Tus diáfanas pupilas
avellanadas
parecen dos luceros
de madrugada.
Y el ámbar de tus ojos
campos de trigo
cada vez que me miran
todo es festivo.
Hay fiesta de colores
tocan violines
que junto a un madrigal
suenan sublimes.
Por favor no los cierres
déjame verlos
pues si veo a tus ojos
yo miro al cielo.
Mas para ser sincero
¡Me gustas toda!
Y ahora te diré
que amo tu boca.
Y así describiré
tu cuerpo entero,
lo demás por pudor ...
¡Será en secreto!
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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