Lugar de luz matizada
donde la luna se esconde.
Y en la noche misteriosa,
redobla un tambor de bronce.
Cinco esqueletos sin nombres
han donado sus costillas.
Y reciben como dones,
-a estreno-, cinco doncellas.
¡Lo mismo que cinco soles!
Verdes ramos de albahaca
perfuman la quieta noche.
Y de una esquina a otra esquina,
cuelgan guirnaldas de flores.
-Yo me puse una medalla
para premiar mis dolores-.
El viento viste de gato.
Las amarguras de amores,
y una luciérnaga niña
pisotea caracoles.
Un juez, con toga y peluca,
dicta sentencias a voces.
Y Santas Justa y Rufina
¡Señor, que juerga en el orbe!
Arde un arcángel de arcilla,
-figura de un arte pobre-.
Cosme y Damián -cirujanos-,
sacan de un pequeño cofre
ungüentos, gasas y pinzas
y momifican a un hombre.
Mientras que Caín, colérico,
con un hueso, rompió el cofre.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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