No renunciaré a este amor
que me ha hecho tanta falta,
ni al calor de tus palabras
incendiando muy dentro mi corazón.
No renunciaré a todo aquello
que me llega al alma,
a ti, a tus ojos y tus labios
que han saboreado mis secreto.
Y quiero que me pienses,
quiero bailar en tu corazón
como la más bella fantasía
que te haga sonreír tanto.
No quiero renunciar a tu mirada,
nunca renunciaré a ti
que me haces falta, me alimentas
y embriagas como una dulce melodía.
Y quiero que me ames,
sin importar el tiempo,
quizá en otro momento
y otro espacio nos amamos tanto,
porque reconozco tu voz
hasta en mi más profundo sueño.
Y ahí te tengo,
soñando que te como a besos,
que impaciente espera
ese nuestro momento de la entrega.
No, nunca, nunca
renunciaré a ti.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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