Hoy doy gracias a cada copo aire que entra en
mis pulmones, a cada vez que la sangre pasa por mi ser, feliz soy por cada cosa
que veo, agradezco que todavía puedo escuchar los sonidos que me envuelven,
como la música o incluso el silencio, no tiene precio hecho de vivir un poco más,
pienso que aunque nos equivoquemos todos podemos aprender de nuevo.
Agradezco el hecho de seguir vivo, de poder
llorar si lo necesito, de poder despeinarme si quiero hacerlo, de gritar ante
la injusticia, el odio y la desigualdad, vivir es urgente, ser pleno es necesario
y ser feliz es obligatorio. Recuerda siempre a aquellos que han partido,
familiares, amigos, personas de todas las edades incluso más jóvenes que tú, se agradecido por el
tiempo extra que tienes y ellos no tuvieron, toma nota de ello.
Me place poder sonreír, de tratar con gente maravillosa, de deleitarme
de un simple café solo o acompañado, de aquellos que me dedican su tiempo, de
calentarme con el sol y mojarme con la lluvia, de estar envuelto de sensaciones,
pero también soy consciente que a pesar de no conseguir todas mis metas, al
menos poder estar satisfecho con aquellas que si puedo y he podido alcanzar.
Aunque no quiero vivir para siempre, intentaré
de disfrutar hoy en lo posible dentro de mis estados de ánimo, de mis
convicciones, de mis logros y de mis fracasos, de mis risas y mis llantos,
puedo permitirme impotencias, miedos y tristezas pues tengo derecho a estar de
una determinada manera, pero eso sí, sólo le daré el tiempo justo a ese luto
para que no me amargue la existencia.
Puede que mañana no despierte y mi futuro
desaparezca en un segundo quedando solo el presente que es hoy y no pienso
desperdiciarlo, pues creo estar en una edad que no puedo permitirme ausencias
de vivir lo que la vida me ofrece, mañana puede ser demasiado tarde.
No es difícil vivir la vida, lo verdaderamente
difícil es saberla vivir.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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