Eternamente te amare,
como el amor que el sol a la luna le prodiga,
como el amor que la noche al día entrega,
como aman las aves al viento,
eternamente te amare.
Eternamente me reprochare,
si esta noche no te digo eterna amiga,
muchas palabras de amor,
de ternura y de la pasión más tibia,
pues te juro que no me conformare con el
intento,
y que por ello, eternamente te amare.
Hoy mi alma se viste de alegría,
siento amor, siento comprensión en mi vida,
veo ya de otro color las cosas,
con magia y optimismo retocas,
todos mis sentidos, sensaciones y
percepciones,
cuando haces brotar mis suspiros, emociones y
pasiones.
No quiero separarme de ti ni un momento,
temo que hasta aburrirte pueda,
pero eres una necesidad para mi vida,
tan imprescindible como el aire puro que
respiro.
Siempre a mi lado estas acompañándome,
los días en que te veo son por mi tan
añorados,
eres fruta prohibida madura,
un solo día sin verte es una cruel tortura,
sin ti mi amor mi alma estaría perdida.
los momentos que paso contigo son tan
importantes,
que entre más amor me das,
mas quiero amarte.
Eres dulce melodía a mis oídos,
momentos de locura y alegría,
hoy quiero dedicarte esta poesía,
dueña de mi corazón, del alma mía.
A ti, monopolizadora de mis sentimientos,
accionista total de mi corazón,
dueña de mis recuerdos y preocupaciones,
no dudes que todos mis pensamientos, deseos y
arrebatos,
tienen por causa tu amor sincero.
A ti dulce armonía,
gran desasosiego,
mi calma, mi angustia,
eres todo lo existente y complejo.
Quiero cantarte la canción más bella,
enseñarte el juego más emocionante,
mantenerte enamorada reluciente estrella,
quiero ser tu mejor y único amante.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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