Terco corazón aquel
que ciñe versos
en cada
hilera de sangre,
idéntico al perfil del viento arrebatado,
que pasa veloz sin gracia alguna.
Oye la voz que dice:
-Dejad que vuele las esencias,
no embuches la imaginación,
penetra hasta el fondo y sacad
la espontaneidad primitiva -
Desvelo pronunciando frases
convertidos en palabras que tienen ecos,
corro detrás de la vida ...
y aún diviso la fija mirada perdida
atreves del espejo,
sombras que mormullan,
ríen sin cesar y digo:
- sigo aquí asomando me
en los días y las noches …
de la nada una vida sin sombras,
un pensamiento sin egoísmo,
uno que ame como él ama,
sin desperdiciar la tinta de la inspiración-
Alguien dijo mi nombre?
Escuche entre sueños …
- aquí está el delirio
asomando se detrás del vidrio, soy yo-.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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