¿Por qué me dices adiós?
si la llama del amor ya no alumbra
y en mi pecho nacieron espinos
de cada rosa que sembraste
en dudas.
¿Por qué me dices adiós?
ya se han ido las blancas palomas
de una paz recogida en tu oído,
en las veredas cubiertas
de aromas.
¿Por qué me dijiste adiós?
en aquella triste luna,
la que miraba sinceros amores,
en silencios de besos que arrulla
con candores de miles de flores.
El adiós confundió mis sueños,
se rompieron como olas bravías;
dejándolos como peces muertos,
playa gris confundida sin sol
en sus días.
¿Es tu adiós la respuesta al teorema?
¿La llama que extingue el problema?
¿Son tus promesas vacías y vanas,
croar de ranas en la lejana laguna?
Sólo sé... que tu adiós no es sorpresa,
tú te fuiste como el agua que baja,
sigilosa, discreta, sin mover las hojas,
dejando la fuente que le sirvió
de casa.
Aún así … no mereces las bellas canciones,
que canté bajo el árbol que llora,
ni los versos sublimes que ensalzan amores;
Sólo sé...que en el jardín asoma una nueva y
bella azucena.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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