sábado, 15 de agosto de 2020

SHIBARI.

Invítame a jugar

sin palabra de seguridad,

mujer envuelta en sumisión

hazme tuya sin compasión.

 

Contra la pared arráncame las prendas

coloca la mordaza, déjame sentir tu estaca,

ataduras elegantes pasando por mis tetas

amarres esposa en tobillos y muñecas.

 

Tómame del cuello, soy tu presa,

dolor placentero sobre mi areola

que eriza la piel y eleva las hormonas

deja caer sobre mi piel la cera de la vela.

 

Tras cachetada, mordisco y pellizco

se me escapa un gemido placentero

y corre entre mis piernas mi fluido blanquizco

que pone duro tu miembro entero.

 

El látigo mojado en mis pechos quiero,

tus manos dándome nalgadas,

deja tus marcas sobre mi cuero

quiero ser sodomizada.

 

Entre estas cuatro paredes a luz roja

flagela mis partes más erógenas,

soy tu perra coloca la correa

oblígame a lamer aquello que te chorrea.

 

Coloca la barra, sírvete a placer

penétrame, usa saliva o lubricante

esta noche vistió de sumisa tu mujer,

cógeme duro hasta hacernos correr.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri.

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