Entre libros que no han sido leídos
y los nervios totalmente abatidos,
sentada es, que por fin me encuentro aquí
esperando a que regrese mi musa,
que se ha ido, por ciega y por ilusa,
detrás del bello brillo de un rubí.
Segura estoy que pronto volverá
y que limpie sus lágrimas querrá,
pues de cada gota que ha derramado
un verso escondido habrá de nacer,
para deleitar con gozo y placer
al papel con un poema afiebrado.
Espero ansiosa las letras que asoman
por los huecos del dolor que se doman
para escribir con tinta de mi sangre
la poesía triste y dolorida,
por la que esta noche he sido atraída
buscando que mi dolor se desangre.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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