Recuerdo el mar eterno de mi infancia,
un libro azul de páginas blancas,
mar de las eternas preguntas
mar de amor y largas nostalgias.
Un día quise descubrir su horizonte,
junto a las gaviotas y los alcatraces,
y de pronto naufragué en la bahía,
quería volar, pero no tenía alas.
Mar de libros, tesoros y piratas,
del pirata Morgan en islas secretas,
Era el mar de la tardes frescas,
descanso en hamacas y noches blancas.
Era mi mar inocente mar de las carabelas,
sin puertos, con marineros alzando velas;
mar puro de olas mansas y playas blancas
con horizontes dorados al caer las tardes.
Y luego ... vi un mar diferente en mis días,
océano de plásticos y zargasos,
Era el mar de la inconsciencia ..sin antes,
mar retórico de almas solas ... sin abrazos.
Tenía mareas rojas infectando mis días;
sin conchas de colores ni caracoles.
y sus olas mansas se tornaron bravías.
quise ser el niño..y mi mar ya no existía.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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