Por el tiempo permaneces atrapada,
sólo para desperdigar fruición
y sueños de libertad.
De carisma estás repleta,
eminentemente eres mujer de alma sin igual,
de naturaleza que cautiva, la cual con sosiego
compartes sin miramientos.
Por todos, con candor bien vista,
por todos con excelsitud muy respetada,
anidando en las almas tu paroxismo,
de los artistas: musa con distinción,
de los férvidos: mujer con esplendor,
de los amantes: dama con soberanía;
por la pureza del sentimiento estás sometida
y por los que aprecian tu amistad
apasionadamente eres homenajeada...
como muestra del propósito
claro, que se ha mostrado con sinceridad,
de afanar entregarte el corazón en recompensa.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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