Enciéndeme la vida, oh, luz brillante,
Una chispa en la noche, fulgor constante.
Deja que mi alma vuele y se eleve,
Encontrémonos en el éter, no hay quien nos
releve.
Conviérteme en un faro en la penumbra,
Mientras la luna en el cielo se alumbra.
En este mundo de sombras y misterio,
Brilla con fuerza, mi fiel compañero.
En el río de la vida, dejemos flotar,
Nuestros sueños y esperanzas sin cesar.
En un lugar sin nombre, allí nos hallaremos,
La luz que encendiste, juntos cuidaremos.
En el abrazo del tiempo, la eternidad
abrazamos,
Las estrellas en el cielo, nuestros destinos
trazamos.
Así, en la oscuridad, la llama persistirá,
Enciéndeme una luz, juntos navegaremos sin
cesar.
Enciéndeme una llama, brilla en el río,
Luz de cien años, en el abismo sombrío,
Guiando el camino, en la noche fría,
Destellos de esperanza, en esta travesía.
Intenta encenderme, en la oscuridad persistir,
Un sueño aún vive, no dejes de existir,
Luz que nos guía, en la negra maraña,
Nuestro amor eterno, en la noche de montaña.
Intenta encenderme, deja tu alma volar,
En un mundo incierto, te seguiré sin cesar,
Encuéntrame en el silencio, sin nombre ni
edad,
En el infinito universo, nuestra eterna verdad.
En las leyendas antiguas,
Donde el tiempo se pierde,
Enciéndeme una luz,
Verdades que se esconden.
En parábolas sabias,
Misterios entrelazados,
Una llama en la noche,
Enigmas revelados.
Alegorías que danzan,
Entre sombras y sueños,
Brilla, luz temprana,
En estos versos pequeños.
Enciéndeme una lámpara,
En el vasto universo,
Ilumina el camino,
De este poema diverso.
Donde palabras fluyen,
Como estrellas fugaces,
En la noche del arte,
Susurran sus voces.
Desde las profundidades,
Hasta la cima del cielo,
Enciéndeme una luz,
Que este poema sea anhelo.
En las leyendas tejidas,
En parábolas de misterio,
La alegoría revela,
Un poema sincero.
Entre leyendas antiguas, destellos de esencia,
Enciéndeme una luz, en esta resistencia,
Parábolas susurrantes, secretos de la noche,
Alegorías de esperanza, en tu brillo derroche.
El fuego de las estrellas, en la negra
maravilla,
Sopla en la oscuridad, en la noche tranquila,
Historias entrelazadas, en cada llama viva,
De aquellos que buscan, en la obscuridad
cautiva.
Una luz titilante, en la noche profunda,
Relatos misteriosos, en la penumbra fecunda,
Cuentos de antaño, en cada chispa ardiente,
Rima y ritmo etéreo, en este instante
emergente.
De las leyendas tejidas, versos con pasión,
Resuenan en la brisa, en cada canción,
En la danza de sombras, en el silencio y
misterio,
La luz que enciende el alma, en un eterno
criterio.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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