Me he enamorado cientos de veces,
pero siempre, amor mío, de ti,
eres el aliento que en mi pecho crece,
la musa que despierta mi poesía.
Eres la melodía en mis versos de amantes,
la luz que guía mis noches sombrías,
con palabra que brota de mis labios errantes,
tu nombre se mezclan en melodías.
Tu sonrisa es el sol que ilumina mi ser,
y en tus ojos encuentro mi refugio en cada
encuentro,
el tiempo parece no correr,
y mi amor por ti se vuelve el más antiguo.
Eres el poema que mi mano escribe,
la razón por la que mis versos fluyen,
en cada estrofa, mi amor se vive,
y en cada verso, mi alma no diluye.
Permíteme decirte con fervor,
en este
poema, mi amor está presente,
me he enamorado cientos de veces, mi amor,
pero todas ellas, eternamente de ti,
incandescente.
En cada verso, te entrego mi amor repleto,
mi ser completo, en cada latido, y en cada
encuentro,
mi corazón late por ti, siempre y en todo
momento.
Tu eres mi confidente que me dejas sin aliento.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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