Tendría unos cuatro años
Cuando yo me enamoré.
No hay edad, habrán notado,
y a contarlo pasaré...
Es una historia real
Que estoy recordando ahora,
Y la voy a relatar
Según llegue a mi memoria.
Me enamoré locamente
De mi bella vecinita,
Blanca, rubia, ojos celestes,
Y una hermosa naricita!
Vivía pensando en ella
De la mañana a la noche,
Pues para mi era una estrella
Que iluminaba en derroche...
Cada hora de mis días
Haciéndome muy feliz,
A pesar que ella vivía
A ochenta metros de mi!
Nos mirábamos de lejos,
Cada uno en nuestras puertas,
Sin palabras, sólo eso
Pero siempre estando alerta...
A las diferentes horas
Que nos dejaban salir,
Y así transcurrían todas
Hasta irnos a dormir.
Fueron pasando los años
Y su hermanito creció,
Y habiendo por bien notado
Esa atracción de los dos...
Una vez se acercó a casa
Y audazmente me pidió,
Limones que allí en mi planta
Colgaban como un montón...
Para silenciar sus labios
A oídos de sus papás,
Sino habría de enterarlos
Y no podríamos más...
Continuar mirándonos
Con mi amor, su dulce hermana.
Y fue así que próspero
La extorsión, pero con cartas...
Pues pasó a ser mensajero
De cartitas a escondidas,
Tras los limones, por cierto,
Mientras llevaba y traía.
Qué pena que no han quedado
Algunas en mi poder,
Se habrán perdido o tirado,
La verdad que no lo sé!
Creo que fue culpa mía
Por ser tímido total,
Que se cansó y un buen día
Entre quince años de edad...
Con otro chico del barrio
Ella se puso a noviar,
Entonces muy lastimado
Apunté para otro lar!
Aquí culmina la historia
De mi primer gran amor
La que sin pena y sin gloria...
Acabo de contar hoy!
Amores de adolescencia
esa hermosa realidad
son limpios por su inocencia
son amores de verdad.
En todos los tiempos pasados
el primer amor
fue como creado por Dios
no se olvida nunca
de nuestra razón
luce siempre colores
de arcoiris o flores
y cuando pasa el tiempo
entra en confusión
se van borrando las líneas de expresión
pero queda grabada en el alma
la inequívoca sensación
se estar envuelto en tules
y nunca huya de nuestro corazón ..
En un rincón de mi ser, tú existes,
mi primer amor, inolvidable y eterno.
Como un susurro suave en la noche,
despiertas emociones en mi pecho.
Aún guardo tus miradas y besos robados,
en mi corazón, son recuerdos sagrados.
El primer amor
es una ilusión
un vendaval en el corazón
te lleva por sendas prohibidas
pecaminosas y sientes sudor
en las manos, palpitación en el corazón
un mar de espuma cada noche en una habitación.
Mi primer amor
fue muy singular
había llovido y
no paraba de nevar.
Era el mes de enero
los Reyes Magos estaban por llegar
mi madre cosía y
mi padre del casino acababa de llegar.
La vi salir de casa
vestida con un sayal,
era monja de clausura
y vivía en un convento episcopal.
Aquella carita de ángel,
aquel bello mirar,
aquellos ojos de virgen,
aquel andar celestial.
Todo en mi se hizo tan singular
que por mi cabeza pasó
aquello de quererla llevar
de blanco ella al altar.
La vida se me fue
sin darme cuenta
a mi corta edad, esos deseos eran solo
humo con que una hoguera calentar.
Nunca en mi vida me podré olvidar
de aquel día tan singular,
yo enamorado
de alguien que ni me vino a mirar.
Ya el tiempo pasado
sesenta años en esto va
todavía me recuerdo
de aquella cara angelical.
¡Que daría yo
por poderla resucitar,
por tenerla a mi lado
por intentar maitines cantar!
Los caminos del señor
me llevaron de aquí para allá,
por eso cuando paso por un convento
me suelo arrodillar y santiguar.
Camila mía te digo ¿Dónde estás?
y solo me responde: ¡ qué pesar!
el graznido de un cuervo
y el teñir de unas campanas sin cesar.
Un ramo de flores llevo
lo voy a depositar
sobre la tumba fría
donde ella vino a descansar.
De rodillas estoy
no me quiero levantar
quisiera ser estatua de sal
en tan santo lugar.
Vivir así no es vivir,
mañana no sé lo que pasará,
si me vuelvo a enamorar
solo pido que todo sea eterna felicidad
Desahógate,
Que a nadie te hará mal,
Volcar en éste tus letras
De aquel amor especial...
Que iluminó a nuestras vidas
En un momento crucial,
Produciendo la mas linda
Experiencia sin igual!
Cuando te vi sentada en el atril,
blanca, bonita tez, resplandeciente
cómo nácar o preciado marfil,
en ese instante me apasioné.
Cuando solo te acompañaba
por los estrechos caminos a pasear
me sentía minúsculo, danzaba
con tu estilizado caminar.
No es que fueses un animal real
ni tenía visiones fantasmales
que enturbian mi marchito lagrimal
Eres la reina, del reino animal
que levanta pasiones eternales
Y te siento como eres, angelical.
El amor amigos y amigas
es cariño y felicidad,
respeto mutuo y además
mucho de fidelidad.
Hasta aquí me vine
para declarar que amor como el primero
solo se puede encontrar
una vez en la vida, no más.
Si vienen más amores
todos serán
parte de un paisaje
repetido al igual que un serial.
Aquí veremos de todo,
que nadie venga a pensar
que quienes aquí se vienen a declarar
son solo soga de un mismo ramal.
Me vengo ligero,
a retratar
para que sepan de mi
más de lo que nadie les venga a contar.
Enamorado
Cuando niño me enamoré
De las cosas que veía
De las cosas que escuchaba
De las cosas que tenía.
De mis pequeñas mascotas
De la lluvia de las rosas
Del color del arcoiris
Y del volar de mariposas.
Cuando somos pequeños
Nos enamoramos de cosas grandes
Y cuando somos grandes
Nos enamoramos de cosas pequeñas.
Nos enamoran unos ojos
Unas simples palabras
Una dulce voz.
Dicen que el amor nos ciega
Y a veces embrutece
Nos hace hacer locuras
Nos hace entregarlo todo
Hasta dejarnos sin nada.
Y cuando menos se piensa
Vuelve a tocar a la puerta
Y de nuevo la historia
Hacia el comienzo regresa.
Y volvemos a caer
En sus redes en sus trampas
En tiernas miradas
y dulces palabras.
Y nos transporta de nuevo
A ese mundo sin tiempo
Sin norte, sin sur
Y sin estaciones
Que mantiene vivos
Nuestros corazones.
Yo muy altiva y coqueta
cuando él pasó en bicicleta
hubo un cruce de miradas
sumado a las carcajadas
que delataban los nervios
entre jóvenes que previos
se conocieron sin presentarse
pero llegaron a frecuentarse
en un sentir de adolescentes
que dejó recuerdos presentes.
Leyendo sus historias
claramente a mi memoria viene la mía.
Viví siempre en el campo
y allí todos nos conocíamos,
había un niño hijo de la amiga de mi madre,
siempre jugábamos con él y sus dos primos,
a decir verdad me gustaban los tres niños,
pero que complicada era desde niña.
Pero él niño que primero he mencionado
Fue de los tres a quien más prefería,
Porque con él siempre discutíamos
Yo la razón siempre quería.
Según él yo era la fea
Pero que gracioso cuando me celaba
No podía verme con ningún niño
Y yo para fastidiarlo lo ignoraba.
En ese entonces yo tenía siete años
Y él cumplía los ocho, mi niño bello
Con su cabello castaño, sus ojos negros
Y un lunar cerca de sus labios.
Pasaron dos años y la pubertad ya nos llamaba
Y la lejanía también estaba a la vuelta
Sus padres se mudaban y sin saberlo
parte de mi con él se marchaba.
No hubo despedida siquiera
Y así pasé mi adolescencia
Esperando que regresara
Pensando que él también
Me quería en su vida de vuelta.
Luego en un sueño
Mi alma se despidió
De quien fue alguna vez
Mi primer amor.
Lo esperé hasta los 16 años.
Enamorado
Cuando niño me enamoré
De las cosas que veía
De las cosas que escuchaba
De las cosas que tenía.
De mis pequeñas mascotas
De la lluvia de las rosas
Del color del arcoiris
Y del volar de mariposas.
Cuando somos pequeños
Nos enamoramos de cosas grandes
Y cuando somos grandes
Nos enamoramos de cosas pequeñas.
Nos enamoran unos ojos
Unas simples palabras
Una tierna mirada
Una dulce voz.
Dicen que el amor nos ciega
Y a veces embrutece
Nos hace hacer locuras
Nos hace entregarlo todo
Hasta dejarnos sin nada.
Y cuando menos se piensa
Vuelve a tocar a la puerta
Y de nuevo la historia
Hacia el comienzo regresa.
Y volvemos a caer
En sus redes en sus trampas
En tiernas miradas
y dulces palabras.
Y nos transporta de nuevo
A ese mundo sin tiempo
Sin norte, sin sur
Y sin estaciones
Que mantiene vivos
Nuestros corazones.
Cuántos años yo tendría
la verdad no lo recuerdo,
cuando miré su sonrisa
y al sentir se cercanía
me enteré lo que era el cielo.
Ella fue mi amor primero
y me estrené como novio,
pues jugando en el recreo
nos dimos un tierno beso
que me causó un gran insomnio
Y conocí la tristeza
nos cambiaron de salón,
sin embargo en esa escuela
me inicié como poeta
ella fue mi inspiración.
La esperaba a la salida
y tomados de la mano,
la llevaba hasta su casa
y después ya en su ventana
me quedaba platicando.
Pero en un giro del mundo
de pronto ya no la vi,
la cambiaron de colegio
y en su casa ya otro dueño
cuidaba de aquel jardín.
Han pasado muchos años
y un tizón hay en mi hoguera,
mucho he amado y me han amado
pero sigo recordando...
A mi amor... De primavera.
Te conocí, tus ojos miré
para nada me equivoqué
bajo la lluvia me enamoré
mi débil corazón te entregué.
Muchos planes de vida imaginaba
sonriendo, cantando, te abrazaba
tiempos hermosos contigo pasé
pues con la vida un día me enojé.
Te marchaste, no supe el por qué
por las noches tu música escuché
triste quedé, lagrimeando dormité.
Un día, a mí alrededor miré
tu sombra, mía no encontré
de los rayos de sol decidí ver.
Qué bonito es el amor y más cuando nunca antes
lo habías sentido.
Qué bonito fue el primer amor ese amor tan
bonito.
Ya han pasado muchos años y todavía lo
recuerdo con cariño.
Ya han pasado muchos años y sigue siendo el
que más bonito ha surgido.
Que hermosos versos, amigos
Cada uno con su historia,
Los voy leyendo y me digo
Que suerte que la memoria...
Nos permite recordar
A aquella etapa vivida,
Horas que no volverán
Pero permanecen vivas!
Yo les quiero agradecer
Vuestro pasar por las líneas,
Y me da mucho placer
Aunar tantas letras lindas.
Ahora si ya le doy paso
A quien desee escribir,
De ese amor que fue un pedazo
De su más bello sentir!
¿Qué podría contarles de mi primer amor?
Tal vez... que despertó algarabía a mis
hormonas,
que salté a aromas y a todo lo que cuestionas,
de un primer beso, y de la sorpresa en su
sabor.
Debería contarles de un mundo de color
el paisaje de escalar de hombros a nuevas
zonas
en montañas donde buenos modales traicionas
con un rítmico latido y manos sin pudor.
Asimismo, contar de tantísimas canciones,
que ambos, muy juntos caímos en el sacrilegio
y que me enamoré, de sus pupilas marrones.
y también, contarles que se acabó en el
colegio
que dejamos de escribirnos por varias
razones...
mas tocar sus caderas, fue todo un privilegio.
Bueno más que PRIMER AMOR,
fue mi PRIMERA ILUSIÓN,
que confundí con amor,
porque era muy jovencita,
y aquel muchacho tenía buena pinta,
pero era una mala pieza,
y aunque yo era joven e inexperta,
me di cuenta, y me aparté de su vera.
Más tarde si encontré el AMOR de mi vida,
y fue la PRIMERA VEZ QUE ME ENAMORÉ,
me casé y fui feliz hasta la fecha,
pues la vida ahora me ha clavado sus flechas.
Mi primer amor
Lindo ese sentimiento que sentimos por vez
primera
Es algo que no se explica
Algo que uno no espera
Me enamore y no sabía que de él estaba enamorada
Hasta que llegó el día que vi que otra niña le
hablaba
No entendí porque eso me molestaba
No entendí porque mis sueños perturbaba
Pero un día mi hermana mayor
Me dijo estas enamorada
Dios que susto y que nervios sentí
Y ni un besito le di
Ahora después de muchos años
He vuelto hablar con el
Y el me ha confesado que fuy su primer amor
también
Sentí que en mi pecho algo se estremeció
Fue corazón que se emocionó
Al escuchar su voz y más aún
Cuando escuché decir lo bonito
Que sentía por mi
Y vuelvo al primer amor
en un rollo de celuloide
de película de cine,
en la forma de Greta Garbo,
de Carolina de Mónaco,
que mujeres aquellas
para quien siendo niño,
en un cine de barrio
mientras comía palomitas
y bebía zarzaparrilla de un litro,
se le iba detrás de ellas
hasta el hipo.
Aquellas caras y ojos,
aquel hablar y aquel mirar
comiéndose a uno.
Yo fui de todos los amigos
creo que el único
que se repuso a las heridas
de aquellos enamoramientos
tan dúctiles y tranquilos,
Sofía Loren y que les digo
de Marilyn Monroe,
con las faldas a la altura
de los tobillos,
en un cine de barrio,
en un santo domingo,
degustando palomitas,
eructando
de tanto gas ya depositado
en los intestinos,
con parejas de enamorados,
en la última fila,
gallinero,
de las manos cogidos,
para que ella no se fuera
y quedar el allí solito,
y uno todavía un polluelo convencido,
de que algún día seria suya
la mujer que en la pantalla lloraba
por un amor perdido.
Aún recuerdo ese besito
que María me dio una vez:
roja se me puso la piel,
y cantaron, a una los mirlos.
Las cartas llovieron entonces
con caramelos, chocolates,
y mariposas en el parque
en vuelo traían su nombre.
¡Ah María, mi Mariíta!
Yo nunca te podré olvidar
mientras pueda aún recordar
aquella, mi primera cita.
Dos seres cuyas miradas coincidieron
perfectamente,
las risas y picardías
fueron los acompañantes perfectos de este par
de jóvenes ilusionados y enamorados.
Amor de adolescentes,
fugaz, aventurero, lleno de ilusión
de que sea eterno. Te atesoro en mi corazón
como un bonito recuerdo.
Siempre quedarán en nuestra memoria
la primera vez que nuestro corazón explotó de
felicidad,
los primeros desvelos, las primeras lágrimas y
decepciones,
la primera vez que sentimos amor.
¡Que viva el amor!
Paseaba por la playa
en un día gris desapacible,
las olas irrumpían fieles a un destino
que desde siempre les lleva
hacia las ensenadas solitarias
y por allí estaba yo
ofreciéndoles compañía,
algo parecido a un fiel guía
para casos de desamparados
y angustias.
Se fijó ese día mi vista
sobre un objeto que brillaba
sobre la superficie de arenisca,
de aquella playa con dunas
muy tranquila,
en la que yo solía dar vueltas
de abajo hacia arriba.
Me acerqué
hacia allí donde el brillo
guiaba mi vista
y cogí el objeto,
era una botella de whisky vacía
y dentro en un papel enrollado
en el que se leía,
a mi primer amor,
por siempre ella María.
Con la botella en una mochila
que en la espalda me servía
de sustento en caso de fatiga,
me fui a casa,
la curiosidad me mordía,
intuía
que algo hermoso,
entre líneas,
por allí dentro se escondía
y fue por eso,
que con la ayuda de unas grandes pinzas,
saqué el papel
y planché,
con sumo cuidado,
aquel tesoro que delante de mí
por primera vez se abría.
Yo quería
ser de aquel hecho
el único protagonista,
el corazón se me disparaba y latía
a velocidad de proyectil
de artillería.
Recuerdo que tragué saliva
y comencé a leer
con esa curiosidad
que nos convierte
en testigos
de cualquier tipo interesante de noticia.
En cada pétalo de rosa, en cada estrella del
cielo,
tu recuerdo se guarda, en mi corazón late.
Aunque el tiempo avance y los años pasen,
siempre en mi alma tu esencia aparece.
Mi primer amor, sonrisa perdida en el pasado,
solo en mis versos eternos, puedo decir… TE
AMO
Amor inocente lleno de curiosidad
sustito en el pecho con su realidad.
aleteando las alas de miles mariposas
tan sentidas y todas muy curiosas..
Debajo de un árbol frondoso
tan alto y tan hermoso,
nos dimos el primer beso
viven los recuerdos impreso
El ayer viene al presente
Por medio de los recuerdos,
Y aquel amor inocente
Allí está, pues nunca ha muerto!
Porque marcó nuestras vidas
Con un antes y un después.
Cosas que se descubrían
En tan bella niñez!
Como la hoja primera
De alguna germinación,
Que hace muy larga la espera
Pero apenas afloró...
Nos causa inmensa alegría,
Intriga y fascinación,
Al ver que de una semilla
Una vida se creó!
Así, de alguna manera
Lo que fue el primer amor,
Nos remontó a las estrellas
Y nos colmó de ilusión!
¡María, mi amor,
mil besos,
mil corazones,
mil te quiero,
mil vidas juntos viviendo,
mil de todo,
mil asuntos nuestros,
mil veces que te escriba
y mil veces esperando
que me digas,
“por ti me muero”!
Ahora María estoy lejos,
el mar nos separa,
el mar me sirve para escribirte,
aquí estoy cruzando
el mar inmenso,
voy lejos
y quiero volver presto
para decirte
mi amor,
que te quiero.
María si algún día
te llegara este mensaje
que sepas María
que lo peor no es la muerte,
lo peor es morir
sin haberte dado,
otro último beso.
Tras 4 décadas
nos volvimos a ver
todo resplandecía
igual que la primera vez
aquel niño inocente
ese día llegaba y de la bella
impresión de blanco relucía
su maravillosa vestimenta,
Fue una palabra mágica
que hasta hoy está dicha.
Otra década hoy ha pasado
y no lo he vuelto a ver,
pero la comunicación perdura
gracias al ciberespacio y al internet,
un amor chiquito que no llegó a grande
pero prevaleció vivo a través de los años
en dos corazones que crecieron enamorados.
Te recuerdo, mi lindo primer amor,
Estás tan cerca de mi realidad,
Y los besos que seducían la noche
Se volvieron nuestra identidad
Porque nos amamos con gran fulgor.
Vuelve a esa estación,
Donde chocamos las manos y las miradas,
Gracias al cielo chocamos cuerpos y almas,
Te espero con gran ilusión.
¡Ah que hermoso recostarse bajo el cielo,
Y dichosa entra el alma en candor
delante del todo, yo quiero
proclamar el nombre de mi primer amor!
Recuerdo que sus ojos eran vida,
de ellos emanaba la cálida luz,
Y al reflejar el alba sus pupilas
¡Reflejaban la Santa Cruz!
Eran la perdición de los curiosos,
Y las riquezas de todo tesoro,
los ojos de David eran hermosos,
guiaban hacia una isla de oro...
Y fue mi primer amor, mi primer sueño,
A Dónde esos ojos me condujeron,
a un cantar de fantasía me trajeron
Y hacia los pies de su amoroso dueño...
Más como todo primer amor,
Llegaría el final del cuento mío,
Con sus ojos se fue el fulgor
Y mi corazón, dejándome un vacío,
Así fue, en cariñoso clamor,
como dijo Rubén Darío:
"Día de dolor,
En aquel que vuela
Para siempre el Ángel
del primer Amor".
Que sensación tan hermosa
La de aquel primer amor,
Tan bella cual una rosa
Plena de aroma y color!
Cuanta ilusión, cuantos sueños,
Cuan tremendas fantasías,
Cuantos ojitos risueños
Y bonitas picardías!
Que increíble juventud
Que ha quedado en el pasado,
Cuantos secretos que tú...
Jamás te huiste enterado!
Creo que el primer amor
Ha sido parte de todos,
Y está en cada corazón
Guardado como un tesoro!
Ya todo acaba,
se va nuestra existencia,
fenece entre fuegos
de vida eterna
lo que fuimos
en otras épocas
y lo poco
que del todo queda.
Todo se va y nada se queda.
Si hubo un primer amor,
no se echen más cuentas,
es porque el número uno,
es el primero
de una larga lista
que si se cuenta
puede llegar hasta allí
donde se vuelve loca
la inteligencia.
Que nadie crea
que el primer amor
es de todos los amores
el que más pesa,
pues de todos los amores
el primero
y que nadie le de vueltas,
a este asunto
que tanto me llega,
es el de una madre
cuando entre sus brazos abraza
a quien es de ella,
amor de amores
el único,
así duela o no duela.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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