martes, 20 de agosto de 2024

RENDIRSE NO ES FLAQUEAR, ES SABER CUANDO VOLAR...

Rendirse no es siempre señal de cobardía,
es el acto de un alma que con gran valentía,
sabe cuándo ceder, con noble inteligencia,
es coraje y prudencia, es pura resiliencia.
Es el sabio que entiende los límites del ser,
que en su rendición muestra el valor de entender,
que a veces el camino requiere reflexión,
y el verdadero fuerte es el que tiene visión.

Rendirse ¿ cómo y cuando?
todo es muy ambiguo
y a veces una rendición
es un triunfo.
Quien se rinde en el amor
tiene todo perdido,
aunque dicen los que muchos saben
sobre este concreto asunto,
que algunas veces
una rendición a tiempo es un triunfo
pues evita dolor y sufrimiento,
que a fin de cuentas
es lo único
que prevalece sobre lo absurdo,
de las guerras injustas
sea cual fuere el motivo
José Vicente Navarro

A las feroces embestidas de una bestia
toca primero agarrar el arco o un cabio
luego, apelar a la razón o usar el labio
y al final, tan solo, evitarnos la molestia.
.
Es mejor la acogedora fogata de Hestia
que desvivirse al tratar de enfriar el arrabio;
y es que muchas veces es actitud del sabio
arbolar el arma que nos dio la modestia.
.
Es una movida que parece un disloque
que atrae a los rivales con un chocolate
y es diferente y lo mismo, desde otro enfoque.
.
En otros ojos pareciera un disparate
pero es una modesta estrategia, un enroque
y más que todo, es preludio, del jaque mate. 

Si todo el mundo se rindiera
antes de una guerra comenzar,
las medallas y valientes
serían algo parecido
a un helado manantial
donde las aguas no corren
y la vida se suele refugiar
para después del deshielo
volver con toda naturalidad a brotar.


Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 


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