Tu llegada.
Al borde de la noche, mis manos libres
entregan la ternura heredada de la brisa
que ingresa por la puerta entreabierta
por donde salieron las sombras
de las pasiones olvidadas
asediadas por la luna con su colmillo albo
Entonces, entras tu
Y nace la vida
Entrega fecunda.
Engendramos el amor sobre las sábanas blancas
los cuerpos renunciaron a su piel
para sucumbir a los besos
al pie del espejo que reflejaba las almas
los cuerpos desnudos sumergidos en los párpados
las pupilas incrédulas interrogando la noche
los espíritus confiados mirándose entre ellos
la vergüenza de la medianoche
al cubrirlos sin palparnos,
Estas en mí.
He buscado tu boca entre la noche
como un ciego confiando en lo oscuro
una respiración que inocente canta
¡pon tu mano tibia sobre mi pecho ¡
Entonces tu susurro se mezcla con el sueño
Y una antigua ternura te pronuncia
para encontrarte desnuda
donde no te había buscado
en el tacto, en el latido
en el beso guardado,
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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