Sol nocturno de mirar inquieto, abrazos perdidos en el tiempo, buscando tu norte y tu sur,
Mi septiembre soñado, mis esquinas y calles llenas de amores ocultos en el tiempo que se pierde buscando amar y ser amado para ocultar su soledad.
Somos tiempo abortado de otras galaxias, somos lluvias bravas sin esposo, hospedados en el tiempo con el ritmo de la vida abstracta, sin ojos, ni labios que me quieran besar.
Cansancio austero sin reflejos para aceptarnos como somos, llegamos sin conocernos y nos planeó el tiempo implacable que no siente dar su vida amando, oculto en las ramas del olvido se aleja.
Septiembre consuélame de mis desventuras, hazme tuya antes de que muera fuera de tu vida, sana mis heridas con la inercia de tu olvido, cura tus desplantes con amor. Aléjate, esconde tu pecado.
Septiembre fúnebre con tus aciertos, siento que muero la vida se me va, no te olvido, estoy en el olvido tuyo, me sorprenden las mañanas desnuda ante tus ojos con tu verso enamorado, juega conmigo a la rueda, saltemos la cuerda, hagamos marionetas para divertirnos y no llorar por no tenernos.
Bésame antes de irme, besa mis senos, bebé su miel, igual que a mi niño le di de mamar, y creció fuerte, deja que este amor se haga fuerte entre mis pechos, vuelve a nacer de mis entrañas.
Abriga mi alma. Septiembre, ¡Embarazarme de tu querer, ven! duerme en mi cama quítame el frío, embriagante de mi amor, bebé de mi el aliento que nos sostendrá en la bruma, eres austero, fúnebre y lisonjero, falso y traicionero, muestra tus dos caras, deja de mentir.
Llega septiembre uniéndose a junio para llenarnos de sus vientos y pasiones, abrazándonos apasionado a mitad del año, con sus soles y sus Sones, Tequila y Ron, cantando Talía “Amor A La Mexicana” no me sueltes, amárrate con mi rebozo, ocultémonos para seguir amándonos como siempre lo hemos hecho, ¿Quién sabe si lleguemos al otro septiembre? Junio va feneciendo, olvidado de ti.
Nunca me ha importado como eres, ríspido, falso, ingrato, farsante, así te he amado desde siempre.
Digo esto porque para mí tú no has tenido algún detalle bonito, que yo pueda recordar con alegría.
¿Sinceramente me pregunto todos los días porqué te conocí? ¡¡No me has dado motivos bonitos para amarte!! ¡Nunca he tenido de ti algo hermoso para recordarte! Por el contrario, solo desaires.
Septiembre lisonjero, amarte más no puedo, vive tus amores, ¡fuera de mi casa!, deja que me muera sin saber que nunca me amaste, nunca me buscado para darme un poquito de amor, fue tuya mi vida, y no la quisiste, fuiste un ingrato, nunca me amaste, ¡Dios te bendiga! ¡te digo adiós!
¡Ruégame que te deje de amar! ¡rúgame que te olvide! ¡septiembre olvídame! ¡septiembre mío! ¡Te amo con mis locuras! ¡aunque no te mereces mi amor!
No es la pluma la que escribe, es el alma.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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