domingo, 6 de octubre de 2024

ECOS DE ESPERANZA.

En el juicio sin compasión hacia otros,
es como escupir al cielo por no tener estrellas,
pues se apaga la luz del entendimiento,
y se quiebra el vínculo entre las huellas.

Cada crítica es una sombra en la noche,
oscureciendo el camino de la empatía,
en vez de sembrar paz con cada derroche,
se siembran espinas que hieren el día.

No te burles de los defectos,
ni de la sombra que proyecta el tiempo,
pues cada paso, cada intento,
teje historias de corazones rectos.

No siembres dolor en terrenos ajenos,
pues el bien y el mal retorna multiplicado,
en espejos de luz reflejado,
donde el alma encuentra sus pliegos.

Cada acción tiene su eco,
un reflejo en el sendero,
que regresa como un vuelo,
de palabras que te acompañan en el retroceso.

De los errores se cosecha enseñanza,
en cada caída se halla la esperanza,
y el esfuerzo deja su estampa,
en la senda que la vida lanza.

Es cierto, en la pérdida también se gana,
la experiencia, sabia compañía,
que guía con sabiduría,
en cada paso que el destino marca.

Es mejor ser luz que ilumina el sendero,
como estrellas brillando en el firmamento,
y ser eco de amor, no de desespero,
donde cada palabra sea un aliento.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

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