De alma clara como el agua cristalina,
Ella fue mi pareja.
Aquella que un día me enamoró,
Con su sonrisa lozana y tierna mirada,
La que hoy ya no está.
Por la que le escribía poemas,
Fuente de mi inspiración sin medida,
¿Dónde estará su corazón sincero?
Aquella que siempre me respetaba,
Digna de admiración y respeto,
Inocente, incapaz de hacerme daño,
Ya no está presente.
Ella sabía caminar por senderos angostos,
Sostenerse en terrenos resbaladizos,
Creía firme en su fe en Dios,
Pero ya no queda rastro de ella.
Busco a mi medía naranja,
Aquella cuyo cuerpo y pensamientos eran míos,
¡Mi amor de antaño!
La que sabía amar.
¿Dónde la encontraré?
Daría mi retorno por hallarla,
Como la de antes, tal cual, cómo era.
De repente hoy la vi,
¡No sé si es ella!
Se parece tanto
¡Pero no!
Es otra que pretende usurpar,
Su lugar en mi corazón.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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