sientes que la carga es muy pesada
que la cuesta es demasiado empinada
no te sientas vencida, ¡llámame!
estaré junto a ti. Para aliviar tu carga
Si por designios del destino
la tristeza invade tu alma
hundiéndote en la oscuridad
¡búscame! Secaré tus lágrimas con ternura
y volverás a sonreír como ninfa del amor.
Y si por capricho del destino
el llanto del inexorable tiempo
te arrincona en los brazos de la soledad
y el silencio se apodera de tu alma
¡llámame! te acompañaré y sonreirás.
Si alguna vez en tu andar
la traición atormenta tus sentimientos
rompiendo la confianza y el amor
y la desesperación se apodera de tu vida
¡llámame! Seré tu consuelo, lo olvidarás
y volverás a sonreír y amar.
Cuando la alegría te sonríe
por tus logros y triunfantes pasos
y quieres celebrar el merecido éxito
¡llámame! Te acompañaré
y con emoción brindaremos juntos.
En los momentos arduos y cansados
en la desesperación por la traición
en la soledad y el silencio
en la alegría y el triunfo
¡llámame! siempre estaré contigo.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
No hay comentarios:
Publicar un comentario