domingo, 6 de octubre de 2024

NO SOY POETA.

Los que no somos poetas
ponemos corazón y cabeza
en perseguir en cada poema
algún átomo de belleza.

Nos emociona una flor,
y nos remueve las entrañas
la incierta luz de una mañana
cuando amanece el sol.

Intuimos que en las gotas
de cristal de la lluvia en una hoja
se oculta un secreto hermoso
que no se percibe con el ojo.

No somos capaces de traducir
la melodía de un cielo estrellado
y no podemos describir
la música que hemos escuchado.

De nuestros pobres dedos
se destilan absurdos ripios
que quieren ser versos
sin final ni principio.

No sabemos extraer el oro
del mundo que tocamos
pero conservamos enterrado
el acervo de un inmenso tesoro.


P.D. He conseguido desarrollar esa espiritualidad que no es fácil de adquirir por mi mismo, 
que no nace del alma, es una intuición extra. 
Es como si dentro de mí 
alguien me fuera dictando algo que no conozco, 
el espíritu del más allá de lo divino. 
 La poesía es una divinidad, 
el poder llegar al alma o al corazón de otros 
por medio de versos, no lo hace cualquiera, 
sólo quien posee un Don del Espíritu. 
Un poeta que deleita con el verbo, 
así como la poesía. 




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

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