lunes, 18 de noviembre de 2024

AMOR IMPOSIBLE.

En el corazón de un pequeño pueblo, rodeado de montañas y ríos que parecían susurrar secretos, vivían Lucía y Andrés. Ella, hija del alcalde, era conocida por su risa alegre y su mirada que parecía iluminar todo a su alrededor. Él, un joven campesino, dedicaba sus días a trabajar la tierra, manos callosas pero un espíritu noble que lo hacía único.

Sus caminos se cruzaron un día de tormenta, cuando Lucía quedó atrapada en medio del campo tras la avería de su carruaje. Andrés, que volvía de sus labores, la ayudó a refugiarse bajo un viejo roble. Allí, entre el estruendo de los relámpagos y el murmullo de la lluvia, nació una conexión inexplicable, como si sus almas se hubieran reconocido antes de sus cuerpos.

Desde entonces, se encontraban en secreto, lejos de las miradas del pueblo, que no toleraría una relación entre dos mundos tan distintos. Lucía le hablaba de sus sueños de libertad, mientras Andrés le prometía un futuro donde el amor fuese suficiente. Pero la realidad los vigilaba como un juez severo. Su relación, un desafío a las normas, era un secreto condenado a la tragedia.

Un día, el alcalde descubrió el idilio. Furioso, amenazó con enviar a Andrés lejos del pueblo si continuaba acercándose a su hija. Lucía, desgarrada entre el amor y la lealtad a su familia, tomó una decisión cruel pero necesaria. Se encontró con Andrés por última vez junto al río donde tantas veces habían soñado juntos. Entre lágrimas, le pidió que se marchara, que buscara una vida mejor, aunque su corazón quedara anclado allí, con ella.

Andrés partió al amanecer, con el peso de un amor que no pudo ser. Lucía, en silencio, veía el río correr, llevando consigo los restos de su felicidad. Y aunque sus cuerpos permanecieron separados, sus almas siguieron unidas, vagando en los suspiros del viento y en el murmullo de las aguas que alguna vez los vieron felices. 




Autor 

Antonio Carlos Izaguerri. 

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