En las olas de un mar sereno,
navega mi amor con destino claro,
con su barca y sus redes en mano,
buscando tesoros en el océano vasto.
Su mirada en el horizonte se fija,
donde el cielo y el mar se encuentran,
cada ola refleja su alma audaz,
mientras las aguas susurran sus sueños.
Es valiente, firme y decidida,
mi amor, mi faro en la distancia,
su risa es melodía de la brisa,
sus caricias, mi refugio y esperanza.
A ti, mi niña de pesca en alta mar,
dedico estos versos con todo mi ser,
tu amor es mi ancla, mi hogar,
en cada ola te encuentro, mi bien.
Juntos navegamos en la inmensidad,
tu mano en la mía, siempre unidos,
nuestro amor, un faro de eternidad,
mi niña de pesca, mi amor compartido.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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