A la luna le he pedido,
Que ilumine tus caminos,
Te recuerde cada noche
Que te amo en la distancia.
Le encargué, sin restricciones,
Todo mi romanticismo,
Para que cuando la veas,
Te contagie mis amores,
A las nubes pasajeras,
Les hable de tu ternura,
Y me dicen que en las tardes,
Se sonrojan al mirarte.
Hay aves y mariposas,
Dispuestas a visitarte,
Y alegrarte con sus cantos,
Y adornarte en tus descansos.
Toda la naturaleza,
Reconoce tu belleza,
Sabe que amo tu grandeza,
Y ella tu delicadeza.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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