domingo, 24 de mayo de 2015

A TI TE DEBO MI SONRISA.

Mira mi amor que no soy aquel
Que navega con las hojas de otoño.
No estoy en aquel lugar helándome de frío,
Soñando con un rostro y un par de labios que han desvanecido.
Verás mi amor que no soy aquel que huyendo sin rumbo,
Esquiva la tristeza en cada esquina de este mundo,
Verás mi amor que me di cuenta que no soy un loco suicida,
Que he escarbado las mil maneras de quitarse la vida,
Tampoco me embriagué de odio y avaricia.
No soy arrogante, ni egoísta, ni envidioso,
Ni tampoco terrorista.
No soy nada ni de nadie mi amor.
Para los ojos de este mundo puedo pasar desapercibido.

Pero lo que no puedo pasar desapercibido es cuánto te amo,
Lo sé, la gente camina a mi lado y ni sabe mi nombre,
Ni de donde soy, ni qué hago ahí.
Si acaso miraran tas las ventanas de mis ojos,
Verían tus labios dictados en miel sonriendo,
Un ángel cayendo como cascada sobre tu rostro,
Iluminado y fresco al entregarte al sueño,
Tu mirada de primavera silenciosa
Donde florecen tus delicadas pestañas.
Juro que merezco cada célula de tus brazos al abrazarme,
Cada segundo de tus besos,
Cada sueño en el que me hiciste protagonista,
Porque hice montañas de cada momento que pasé a tu lado,
Que no hay lugar en la tierra para tanto amor,
Porque daría mi vida por ti,
Mi horizonte es tu pecho, y te debo tanto …
Me salvaste de caer en la tristeza,
Me mantuviste firme en tus brazos empuñando mi dolor.

Me aliviaste mis grietas,
Y tu pecho fue el pañuelo cuando mis lágrimas
Quedaron marchitas para siempre … Te deseo tanto …

Y gracias a ti por más que ángel bastidor viejo y manchado
Que has pintado con el color de tu cariño,
Con el pincel de la paciencia.

Con el óleo del amor dibujaste mi mejor sonrisa,
Soy felicidad hecha de tus manos y por eso …
Te debo tanto que explicar …
Desde que te amo empalagas mis sentidos,
Rozas la demagogia,
Por eso, amor con palabras ya dichas
Y haciéndome parte de un eco infinito,
Intentaré susurrarte al oído palabras simples,
No puedo ser original
Ni atravesar los límites de lo que soy,
Pero puedo entregarte la cosecha de cada semilla
Que en mi sembraste
Resumidas en un ¡TE QUIERO! 


Autor
Antonio Carlos Izaguerri

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