sábado, 2 de mayo de 2015

¿POR QUÉ ... ?

¿Por qué nos queremos tanto
Si somos los dos tan viejos?
¿Por qué sin tener complejos
Tu amor estoy deseando
Y tú conmigo gozando
Este deseo inmortal?
El sentimiento carnal que fluye en ti
Cuando late fuerte el corazón
Ante la ciega pasión
De tu gozo almibarado
Tan lindo y deseado
En la tierra situada.

¿Qué mieles tu amor encierra
Para desearte tanto?
¿Por qué de ti el encanto
Estando en mi compañía
Si tu razón es la mía
Al estar comprometidos?
Somos felices unidos
Sintiendo el mismo amor.
Por esta razón
Yo creo que tu amor me pertenece
Y mi amor en ti crece
Completando tu emoción,
Causa que a ti te embellece
Con tan noble corazón.

A la par los dos sentimos
Las mismas pasiones,
Porque nuestros corazones
En latir acompasado,
Uno y otro hemos notado
Que somos almas gemelas,
Y que por estas gemelas de amor,
Que se dice impuro,
Estoy dispuesto, lo juro,
Quererte con más pasión
Al ver tan lindo tu gozo,
Cuando estoy en tu rebozo,
En tan linda situación.

Otra mujer es la mía
Y es otro tu dueño,
Pero … ¿por qué tanto empeño
El querernos de este modo?
En ti lo encuentro todo,
Ternura, cariño, amor,
Ese agradable calor
Que me da tu compañía,
Aún sabiendo que no eras mía,
Encantos de bella mujer.

¿Por qué nos queremos tanto
A nuestra edad tan madura?
¿Por qué seguir la locura
De este amor en el evento
Que produce sufrimiento
Al examinar razones,
Derribando ilusiones
Al vernos comprometidos.

¿Estamos enamorados
O es lamentable ficción?
Sean las cosas cual son,
Yo le rindo culto al sueño
Y con mi razón lo llamo,
Pues siendo tú de otro dueño
Sea yo quien más te amo.

Esta secreta ilusión
Hemos de guardar con celo
Por ser tu amor el que yo anhelo,
Llevarte en mi corazón,
Aunque la vida es grata
Y convoca el sufrimiento,
Daremos al sentimiento
El placer de nuestro gozo.
Nuestra ilusión en nuestro pozo
Nunca la podremos sacar.
Si pretendo gozar
Virtud en tu look,
En tus noches y en mi albor,
Uniendo los sentimientos
Y gozar estos momentos
Las mieles de nuestro amor.

Autor
Antonio Carlos Izaguerri

No hay comentarios:

Publicar un comentario