Yo tuve la suerte de chocar con ella,
Como un sueño visitando mi hora más densa,
Impulsado por el cielo más hermoso,
En el día más eterno de mis pasos
Sin tiempo ni espacio.
Intensidad más felicidad,
Sus ojos de perla preciosa del más allá,
Manos acariciando mi sonrisa,
Curiosidad por verla una vez más,
Su pelo cayendo lentamente,
Rizados delirios entrando en su secreto,
Preciosa mujer del destino sin fin,
Loa al devenir de emociones
Que sólo ella provoca en mi suceder,
Galopantes sinergias entrelazadas,
Deleite del alma más tangible de todos,
Porque ella se quiso quedar aquí,
Abrazada, delicada, radiante,
Como una novia llegando al altar.
Yo tuve la suerte de chocar con ella,
Bella emancipación de mis tristezas,
Gloria del deseo color turquesa,
Mirada intensa que quema mi tormento,
Para besarme viene silenciosamente,
Mano contra mano tocándome,
Qué bendición tan excelsa Dios mío,
Perderme y chocar con ella
Para morir en tus trazos
Y renacer en su intimidad.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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