Refugiado en la soledad de mi habitación,
Me encuentro absorto en mi silencio
Reviviendo uno a uno los bellos momentos,
Cuando apareciste en mi vida como una bendición.
Estoy inmerso en mi angustia viviendo sueños,
Y al recordar tu amor, sonrío y tiemblo,
Porque al cerrar mis ojos imagino mi rostro
y me inunda el amor que para darte tengo,
Y al imaginarte me quedo perdido en tu recuerdo,
Y a solas, en la obscuridad yo pienso
en lo feliz que me hiciste al encontrarte,
Porque cuando a mi vida llegaste,
En mí se realizó el milagro de recuperar mi fe,
Tú fuiste mi salvación,
Quien me rescató de mi camino incierto,
Aliviaste mis penas y le diste a mi alma triste
Un motivo fuerte para continuar.
Tú, te hiciste luz en mis tinieblas,
Te convertiste en el aire que necesitaba,
Y que me era indispensable para respirar.
Simplemente te convertiste en mi razón de vivir,
Eres mi bendición y mi recompensa,
Deseo pedirte que te quedes conmigo,
Tan sólo un poquito más.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
Un blog con mucho sentimiento y romanticismo, donde he desarrollado esa espiritualidad que no es fácil de adquirir por sí,que no nace del alma, una intuición extra.Es como si dentro de mí alguien me fuera dictando algo que no conozco,el espíritu del más allá de lo divino.La poesía es una divinidad,poder llegar al alma o al corazón de otros por medio de versos,no lo hace cualquiera,sólo quien posee un Don del Espíritu.Un poeta que deleita con el verbo, así como la poesía
¡ Bello Antonio! ¡ Muy bello en verdad!
ResponderEliminar