(Dedicado a Estela Alba)
Tú no fuiste entre otras la más bella, 
Pero me diste el más hondo y bello. 
Otras me amaro más, y sin embargo, 
A ninguna quise como a ti. 
Acaso fue porque te amé de lejos 
Como una estrella desde mi ventana … 
Y la estrella que brilla más lejana 
Nos parece que tiene más reflejo. 
Tuve tu amor como cosa ajena, 
Como una playa cada vez más sola, 
Que únicamente guarda de la ola 
Una humedad de sal sobre la arena. 
Tú estuviste en mis brazos sin ser mía 
Como el agua en un cántaro sediento, 
Como un perfume que se fue en el viento 
Y que vuelve en el viento todavía. 
Me penetró tu sed insatisfecha 
Como un arado sobre la llanura, 
Abriendo en tu fugaz desgarradura 
La esperanza feliz de la cosecha. 
Tú fuiste lo cercano en lo remoto, 
Como el viento en las velas del navío, 
Como la luz en el espejo roto. 
Por eso, aún pienso en la mujer aquella
La que me dio el amo más hondo y largo … 
Nunca fuiste mía, no eras la más bella. 
Otras me amaron más … y sin embargo, 
A ninguna quiero como a ti. 
Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario