Las flores están marchitas,
Pero aún duelen sus espinas.
Perdimos todo aquello
Que creímos nuestro,
Perdimos la felicidad ...
Nos quedó un doloroso recuerdo.
Nos abandonaron las estrellas,
Vacío quedó el cielo ...
Los ángeles que nos cuidaban
Murieron ...
Todo se volvió sombras,
Lluvia y sufrimiento:
Ni un sólo instante de esperanza
Ha visitado nuestro infierno.
Las flores están marchitas,
Pero aún duelen sus espinas.
¡Cómo lastiman las caricias!
¡Cómo arden los antiguos besos!
Aquél cálido santuario de amor
Hoy es una prisión de hielo.
¿Y nuestras ilusiones?
Una a una han muerto ...
¿Qué somos nosotros?
Espejismos ... vanos espectros ...
¿Qué les sucedió a nuestras almas
Unidas por un vínculo eterno?
Como todo mortal
Sucumbieron ante la distancia y el tiempo.
Las flores están marchitas,
Pero aún duelen sus espinas.
Y el viento,
Sopla cada vez más desesperado y violento
Golpea nuestra soledad,
Azota y agita,
Y luego se vuelve silencio.
¿Quienes somos en medio de este
Reino sin leyes ni sueños?
¿Quienes somos? ¿Qué perdimos?
¡Somos seres desterrados del cielo!
Atrás quedó todo lo que construimos
Felices ... (o tal vez ciegos).
Hoy sólo somos simples
Espirales de incienso ...
Pero aún duelen sus espinas.
Perdimos todo aquello
Que creímos nuestro,
Perdimos la felicidad ...
Nos quedó un doloroso recuerdo.
Nos abandonaron las estrellas,
Vacío quedó el cielo ...
Los ángeles que nos cuidaban
Murieron ...
Todo se volvió sombras,
Lluvia y sufrimiento:
Ni un sólo instante de esperanza
Ha visitado nuestro infierno.
Las flores están marchitas,
Pero aún duelen sus espinas.
¡Cómo lastiman las caricias!
¡Cómo arden los antiguos besos!
Aquél cálido santuario de amor
Hoy es una prisión de hielo.
¿Y nuestras ilusiones?
Una a una han muerto ...
¿Qué somos nosotros?
Espejismos ... vanos espectros ...
¿Qué les sucedió a nuestras almas
Unidas por un vínculo eterno?
Como todo mortal
Sucumbieron ante la distancia y el tiempo.
Las flores están marchitas,
Pero aún duelen sus espinas.
Y el viento,
Sopla cada vez más desesperado y violento
Golpea nuestra soledad,
Azota y agita,
Y luego se vuelve silencio.
¿Quienes somos en medio de este
Reino sin leyes ni sueños?
¿Quienes somos? ¿Qué perdimos?
¡Somos seres desterrados del cielo!
Atrás quedó todo lo que construimos
Felices ... (o tal vez ciegos).
Hoy sólo somos simples
Espirales de incienso ...
¡Las flores están marchitas,
Pero aún duelen sus espinas!
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
Pero aún duelen sus espinas!
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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