Fueron tus ojos, o tu cabello, tal vez.
Esa cara bonita que alegraba mis días 
Y aquellas horas cuando recorrías 
Tu mirada en el piso por tu timidez. 
Aún lo recuerdo como si fuese ayer: 
Tu cuerpo delgado, tus blancas mejillas. 
Una falda que se media hasta tus rodillas 
Y una blusa que me decía que ya eras mujer. 
Y cómo olvidarlo! Me resisto a creerlo! 
¡Cómo olvidar aquellos ojos claros y tu pelo! 
Tu silueta graciosa, como te recuerdo. 
¡Cómo olvidar esas cosas! ¡En verdad no puedo! 
Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 
 
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