sábado, 16 de septiembre de 2017

CARTA.

Siempre me he sentido diferente, y si en verdad soy diferente creo que debo demostrarlo. No soy como esos que tiran basura en la calle. No me emociono por una película que es repetida una y otra vez con un título diferente, no voy de un lugar a otro pidiendo seudoamor. Me entristece muchas cosas poco a poco lidio con eso. Mi búsqueda del conocimiento es infinita, llegue a la conclusión que nadie ni nada es perfecto sin embargo la naturaleza a logrado tanto para parecer perfecta que creo al hombre y el hombre creo el maquillaje para tapar esa perfección. Nací con este vacío algunas veces una maldición, otras muchas más una bendición. A veces no sé porque tengo ganas de llorar como ahora. Siempre que miro al cielo sé que hay algo más tantas aunque ya pocas estrellas lo confirman. Tengo miedo aunque fui tan mal educado para pedir un abrazo y me eduque tan bien yo solo como para darme ese abrazo y sentirme bien sin la necesidad de estar siempre acompañado por personas tan materialistas que buscan sentirse superior a otras. Tan soñador que un día tras otro pienso que podría yo hacer para cambiar las cosas de mi alrededor aunque término por pensar que soy tan insignificante como para actuar solo. No quisiera resignarme en esa tarea tan grande de cambiar el mundo para bien que, tanto mal hay de sobra.


P.D. Las siluetas esperan para actuar. 




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

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