Nunca entendí eso que decías... Que lo mejor de la rosa eran las espinas... No
era lógico hasta que descubrí que con el amor te pasaba lo mismo. Que no eras
capaz de mirar más allá del dolor que provocaba querer. Siempre fuimos
diferentes, yo disfrutaba de las noches y tú ya estabas pensando que dentro de
un rato amanecería y tendrías que irte.
Yo contaba los dias que faltaban para vernos y tú ya
estabas pensando en la próxima despedida, otra vez las malditas espinas... No
se puede ser feliz al lado de alguien que se empeña en ver la cara oculta de las
cosas. Te lo dije vamos a querernos hoy y mañana ya veremos. Como mierda ívamos
a construir un presente si tú solo pensabas en el futuro y a mi aún me dolía mi
pasado.
Es cierto que más tarde tuve que darte la razón, cuando
todo termino tú ya estabas preparado, habías pensado tantas veces que cara
poner el día que te tocaba perderme, que lo único que fuiste capaz de decir
fue, que uno de los dos no había sabido querer al otro, tu seguías con tus
espinas. A ver eso no es amor pero yo seguía intentando agarrarme de cada
petalo que aún quedaba de lo que un día fue nuestro.
Ahora con el paso del tiempo te entiendo y ahora soy yo
quien solo es capaz de dar espinas, tal vez no quise darme cuenta que un día
amaste tanto a una flor que cuando se marchito juraste no volver a querer a
otra de la misma manera, no lo se. El problema es que ahora soy yo quien no es
capaz de ver el rojo de ningún otro corazón sin pensar que algún dia todo se
volverá negro y no te culpo por ello al contrarió me enseñaste que la realidad
es diferente, yo siempre miraba la flor y nunca me dí cuenta que quien quiere
alas espinas, quiere todos y cada uno de tus defectos, tus inseguridades, tus
dudas, tus reproches.
Parece que al final el único que quizá de verdad, fue el
que mejor estaba preparado para las despedidas. Porque ya sabías que para
querer bien, se tienen que amar las espinas y yo prefería pensar que todo
estaba perfecto, cuando en realidad me estaba alejando de ti, no se gracias por
enseñarme que es mucho más triste vivir rodeada de falsas promesas, que ver la
realidad por muy jodida que sea, gracias por enseñarme a querer con todas sus
consecuencias y si fui yo quien no entendió que querer más no significa querer
mejor. Y lo siento, fui yo quien no supo quererte. En verdad lo siento.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
Hermoso tu poema, me encantó inspira cómo todos te felicito por ser el mejor un saludo para ti
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