miércoles, 13 de septiembre de 2017

LA ROSA.

Nunca entendí eso que decías...  Que lo mejor de la rosa eran las espinas... No era lógico hasta que descubrí que con el amor te pasaba lo mismo. Que no eras capaz de mirar más allá del dolor que provocaba querer. Siempre fuimos diferentes, yo disfrutaba de las noches y tú ya estabas pensando que dentro de un rato amanecería y tendrías que irte.
                               
Yo contaba los dias que faltaban para vernos y tú ya estabas pensando en la próxima despedida, otra vez las malditas espinas... No se puede ser feliz al lado de alguien que se empeña en ver la cara oculta de las cosas. Te lo dije vamos a querernos hoy y mañana ya veremos. Como mierda ívamos a construir un presente si tú solo pensabas en el futuro y a mi aún me dolía mi pasado.

Es cierto que más tarde tuve que darte la razón, cuando todo termino tú ya estabas preparado, habías pensado tantas veces que cara poner el día que te tocaba perderme, que lo único que fuiste capaz de decir fue, que uno de los dos no había sabido querer al otro, tu seguías con tus espinas. A ver eso no es amor pero yo seguía intentando agarrarme de cada petalo que aún quedaba de lo que un día fue nuestro.

Ahora con el paso del tiempo te entiendo y ahora soy yo quien solo es capaz de dar espinas, tal vez no quise darme cuenta que un día amaste tanto a una flor que cuando se marchito juraste no volver a querer a otra de la misma manera, no lo se. El problema es que ahora soy yo quien no es capaz de ver el rojo de ningún otro corazón sin pensar que algún dia todo se volverá negro y no te culpo por ello al contrarió me enseñaste que la realidad es diferente, yo siempre miraba la flor y nunca me dí cuenta que quien quiere alas espinas, quiere todos y cada uno de tus defectos, tus inseguridades, tus dudas, tus reproches.


Parece que al final el único que quizá de verdad, fue el que mejor estaba preparado para las despedidas. Porque ya sabías que para querer bien, se tienen que amar las espinas y yo prefería pensar que todo estaba perfecto, cuando en realidad me estaba alejando de ti, no se gracias por enseñarme que es mucho más triste vivir rodeada de falsas promesas, que ver la realidad por muy jodida que sea, gracias por enseñarme a querer con todas sus consecuencias y si fui yo quien no entendió que querer más no significa querer mejor. Y lo siento, fui yo quien no supo quererte. En verdad lo siento.



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

1 comentario:

  1. Hermoso tu poema, me encantó inspira cómo todos te felicito por ser el mejor un saludo para ti

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