No te bajaré la luna
ni te hare promesas falsas
porque sé que a estas alturas
tu experiencia me delata
Sé que quieres poesía
sin decir una palabra
dictada con maestría
entre dos y en una cama.
Como esa gota de agua
cristalina, más bien pura,
que resbala por tu espalda
y que se ahoga en tu hermosura.
Encegueces mi mirada
con tu cuerpo de escultura,
y las manos temblorosa
posadas en tu cintura
que desciende hasta el alba
tornándose más segura.
Con el brillo de tus ojos
podrías opacar el sol,
con tu boca de pasión
calmarías mis enojos.
Cuando veas que mis antojos
coinciden con tu intención
susurraré tu canción
provocando tu sonrojo.
Con tus labios color rojo
tatuaras mi corazón
mientras te quito el blusón
para volvernos mas locos...
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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