Conservemos el silencio, un ratito nada más, nuestras
palabras duelen...
Al igual que nuestro amor, porque nos amamos y lo sabes.
Mas somos desafortunados, la suerte nos dios la espalda,
olvídate de ella,
no la necesitamos, solo guardemos silencio.
Ya lo dijo el hombre de los sueños
"El primer hombre que insulto a su semejante en lugar
de agredir le, fundo la civilización"
el amor no conoce de civilización ni de razones...
Nos hace neuróticos, histéricos, perversos o en el peor de
los casos nos seduce la psicosis.
somos una tragedia griega, muertos en vida, llenos de
pulsiones, ilusiones, perdidos sin ilusiones.
opuestos como la noche y el día, las normas heredadas y la
rebeldía...
Ya lo mencionaba el romántico de los Sabines
"Los amorosos callan, el amor es el silencio más fino,
el más insoportable"
Es por eso que te invito a quedarnos sin palabras, como
aquella tarde de noviembre...
Eres la mujer de mis pesadillas...
Quiero llevarte al paraíso, es por eso que añoro tu muerte,
solo ahí no podremos lastimar nos,
fuera de este sin sentido de la vida, del miedo al amor, al
miedo de conocernos,
a saber que estamos hechos de la misma arcilla, fuera del
mundo sentados en la orilla...
Espero no me mal intérpretes, es obvio que lloraría tu partida,
cuando hablo de la muerte no me refiero a un final, sino a
volver a comenzar.
¿Es muy tarde para decir que te amo más que a nada en esta
vida?
¿es tarde para irnos a dormir como antes?
Solo espera un poco más ya casi te alcanzo, no te alejes más
de mí,
prometo no correr más de tus brazos...
Olvídate de los celos, mírame a mis ojos, esos que te dicen
te amo cada que despiertan,
estos que te ven a la lejanía.
Toma mi mano, existe más de una forma de amar, encontremos
la nuestra,
tu desde la villa y yo sentado en esta silla...
Autor
Antonio Carlos Ixsguerri
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