Me duele el tiempo,
los besos que no puedo darte,
el amor que se pierde entre sombras
la dicha que se esfuma bajo el sol.
Me atrapa el miedo a perderte
me mata el saber nada de ti
y no poder caminar a tu lado,
no alcanzar a tomar tu mano.
Caminar en una orilla sin arena
con seres extraños sin rostro
que no saben ni les importa
que alguien muera de amor
a la orilla de un mar azul
que también muere al ritmo
de alguna triste canción
que escribí sobre un papel
que también llora al mirarme.
Con mil cosas a resolver
pero la muerte me empuja
entre el alma y el reflejo
de las estrellas y la luna
que me acompañan otro día
que recuerdo tus ojos bellos
rogando al cielo no tener
que extrañarte por más tiempo.
Quiero estar contigo
dándote un beso eterno
y acariciando una a una
todos las células vibrantes
de tu maravilloso cuerpo
paseando por tu boca dulce
estacionándome en el puerto
de cada centímetro glorioso
en tu piel que me tiene loco
y me trae dando vueltas
entre el cielo y el infinito,
de la noche y de mis sueños.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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