El día se hace noche,
y la luz pierde su brillo
y transparencia,
la noche lo inunda y lo domina
- las auroras luchan y avanzan…
Es el juego de encontrarse
en la lucha diaria,
de horas, minutos,
instantes que cambian
de ser a no ser,
de vivir a no vivir,
y quien sabe,
de morir a no morir.
Sentirse dando es sentirse recibiendo
sentirse caminando
es desear ir avanzando
sin olvidar que tantas veces
deberás retroceder
para poder retomar el curso de tu sendero
La luna se hace luces con los sueños
las vertientes se hacen vida con la lluvia
las familias se hacen manada
con los hijos y con los nietos.
Caminos solitarios perdidos en el tiempo
fueron cuentas de un gran rosario
que se fue hilando día y noche,
y de tiempo a tiempo.
¿Quién pudiera revivir
cada uno de esos espacios…?
y poder pulir cristales más valiosos
y hacer hileras de ellos
que dieran brillos y luces
a esas lunas de los sueños
para hacerlos realidades
y verdades
y aportarlos a otros
que están iniciando sus caminos
con sueños nuevos
para un mundo incierto
colmado de aventuras y misterios.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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