Después de tanta dedicación
y estudio,
Después de tantas horas robadas al descanso...
Después de tantas noches inmersas en mis libros...
Después de tantas cosas para seguir estando viva...
Conociendo los mecanismos complejos y fisiológicos de la
delicada y humana maquinaria,
No es casual que tanto respires, palpites, transpires Y
sientas...
Hasta que algún mecanismo se revierta, o alguna pieza diga:
Por favor, basta...
Y entonces un poco de tierra lo cubra todo, sabía mezcla
entre la tierra y el lodo...
Algamaza final que
nos espera...
Por eso al levantarte cada día y mirarte azorado en el
espejo,
con el cepillo de dientes en la mano,
sin fiebre, sin dolor, y sin diarrea,
tienes que admitir que se renovó el milagro...
Tu si crees tienes que agradecerlo...
Siempre a tu lado...
Si!...
No me olvides...
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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