Que tenue y ligera
se encuentra la especie humana,
tanto que prisionera de su propia vanidad
se halla sometida a los rigores
de la visión ilusoria de su superioridad.
Realidad abrumadora de dolor y esperanza
Sobre la geografía a levantado
ciudades de acero y concreto,
de cartón, sueños y viento.
Como cuerpos amontonados
esperan que caigan sobre ellos
las glorias y sus monumentos
el azote de los tiempos
Que ufana y orgullosa
se vanagloria la raza del hombre
tomando sin medidas
lo que la madre en su mesa pone.
El padre tiempo mira a la raza del hombre
sin prisas ignora su infantil rabieta
Que tenue y ligera
se encuentra la especie humana
prisionera de su propia vanidad.
Realidad abrumadora de dolor y esperanza.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
Lágrimas de plástico . Ciudades de neón
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