jueves, 12 de marzo de 2020

ME QUEDÉ PENSANDO.

En las horas de ensueño
con fragancia a eterna primavera
donde todo era magia y color
en la gloria de tus manos
cuando se deslizaban armoniosas
para dibujar caricias
en la relieve de mi piel de amapola
o para bailar una balada
en el terciopelo de mi dorso...        

Y los "te amo"

que susurrabas en mi oído
eran como dulces melodías
que despertaban las mariposas
dormidas en mi vientre
para bailar la danza del amor.

Al recordar aquellos momentos
me di cuenta de que estás
tatuado en el lienzo indeleble de mi alma
como lo más sagrado y lo más bello
que guardo en la custodia especial
del corazón.



Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

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